Marvel vs. Capcom: Infinite

Marvel hace mucho tiempo que es conocida en todo el mundo, pero en la última década asistimos a una explosión de la editorial de banda dibuja a través de su universo cinemático. Por lo tanto, era una cuestión de tiempo hasta que Capcom volviese a revisar Marvel vs. Capcom para otro juego de lucha. La experiencia del estudio en el género es naturalmente innegable, y Marvel vs. Capcom siempre ha proporcionado una experiencia divertida y entusiasta para los amantes de los juegos de lucha. Infinite sigue la misma tendencia, manteniéndose divertido e impecable al nivel de la jugabilidad, pero desafortunadamente hay otros elementos menos positivos.

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El abanico de personajes es bastante extenso, y Capcom optó por cambiar la sensación de control de algunos luchadores. Mientras que algunos son excelentes de controlar, otros son más lentos y menos precisos. No estamos seguros de si es una falla del juego, o un caso de simple falta de capacidad de nuestra parte con algunos personajes, pero nos parece que hay golpes excesivamente difíciles – como si hubieran sido diseñados para un joystick arcade, y no para un comando. Sin embargo, conseguimos controlar la mayoría de los personajes sin grandes problemas.

Todos los personajes tienen ataques que, al menos visualmente, son apelativos y diversos. Nunca se vuelve aburrido ver Dante (versión DMC3) girar en un tornado de fuego creado por sus armas, para luego acabar con un suelo de guitarra. Lo mismo se aplica a Rocket, de los Guardianes de la Galaxia, que puede invocar a Groot para aplastar a su oponente.

Estábamos curiosos para percibir cómo pretendía a Capcom mantener la experiencia fresca y relevante, considerando que éste es ya el cuarto capítulo de la serie. La respuesta surge en la forma de seis Infinity Stones, que tienen influencia en los combates. Cada una causa un efecto diferente, añadido valor estratégico a las batallas. Al elegir los personajes, también deben considerar las piedras, y la forma en que las mismas pueden potenciar sus fuerzas y mitigar sus defectos.

Imaginemos Hulk, por ejemplo, un personaje extremadamente fuerte, pero lento. Si se juntan la piedra del tiempo, Hulk quedará más rápido, convirtiéndose en un personaje verdaderamente temible. La piedra de almas permite curar y revivir luchadores, mientras que la piedra del poder arroja rayos de energía. Pueden experimentar con estas piedras y con los personajes, para encontrar una combinación que encaje en su estilo de juego. Es interesante ver cómo los jugadores van a combinar estos elementos, y Capcom ya prometió estar atentos para el caso de ser necesario reequilibrar algo.

El aspeto online y competitivo es siempre un gran atractivo para los juegos de lucha, y Marvel vs Capcom: Infinite no es una excepción, pero el jugador solitario también encontrará puntos de interés. La principal novedad es el modo historia, un intento por parte de Capcom de crear una narrativa real para el juego. Apreciamos el esfuerzo, pero comparando con lo que la Netherrealm tiene forma con Injustice, está muchos agujeros abajo. La historia es aburrida y está repleta de clichés, y raramente logró arrestar nuestro interés o entusiasmo. La principal premisa de la historia pasa por una fusión entre Ultron, Marvel, y Sigma, de Mega-Man, formando el Ultron Sigma. Su objetivo pasa ahora por exterminar toda la vida de los dos universos, pero sin nunca conseguir crear urgencia. Incluso el humor acaba por ser débil, y sólo se salen algunas tiradas rápidas de uno u otro personaje.

Las secuencias de vídeo entre cada batalla sirven sobre todo para presentar a los personajes, aunque una gran parte de las luchas transcurren contra los robots de Ultron. Sólo ocasionalmente enfrentarás a los otros personajes, en combates que funcionan casi como mini-jefes. Es una estructura que rápidamente se vuelve monótona y repetitiva, y que hace el modo historia en una desilusión. Afortunadamente hay otras opciones a la espera del jugador.

Una de estas alternativas es el modo de misiones, que pide al jugador que ejecute diferentes tipos de combinaciones contra otros personajes. Es divertido y permite ganar alguna familiaridad con los poderes y combinaciones de todos los personajes, e incluso puede ser jugado contra un amigo en el sofá o en línea.

Infinite es también el primer juego de la saga que fue construido de raíz para la generación actual de consolas, y por eso mismo, esperábamos más del grafismo. Comparado con Tekken 7 e Injustice 2, Marvel vs Capcom: Infinite se queda varios agujeros abajo. Mientras que Injustice 2 incluye algunas de las mejores animaciones faciales que hemos visto en secuencias cinemáticas, las de Marvel vs Capcom dejan algo que desear. Afortunadamente el elemento sonoro es sumamente superior, desde las voces de los actores a los efectos sonoros ya la banda sonora.

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